lunes, 9 de mayo de 2011

MATERNIDAD DE MARÍA


"FELICIDADES MARÍA SANTISIMA Y GRACIAS POR SER MAMA DE DIOS, DE LA IGLESIA Y DE TODA LA HUMANIDAD."



Este 10 de mayo celebramos el día de las Mamás en nuestra Patria México, y como es tradición también recordamos la Maternidad de María especialmente en su advocación de Santa María de Guadalupe, a quien consideramos nuestra madrecita del Cielo, quien ve por sus hijos y nos cuida con especial cuidado.

Ya desde sus apariciones a San juan Diego, leemos en el Nican Mopohua, que se refiere a él como su hijito, pequeñito y le dice: " ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? " y esto nos lo repite a cada uno de los habitantes de esta tierra, como una Madre amorosa y ocupada por el bien de sus hijos.



Recordemos que a María la recibimos como Madre al pie de la Cruz encomendada al discípulo amado: San Juan y El la lleva consigo como hijo en representación de toda la humanidad, así pues la Maternidad de  María hacia nosotros nace al pie de la Cruz, pero se gesta desde su vientre inmaculado el día de la Anunciación, pues en el mismo Jesucristo por su humanidad estamos presentes todos, los bautizados como cuerpo místico y todos los hombres y mujeres de todos los tiempos que compartimos la humanidad de Nuestro Salvador.

Por eso María es nuestra Madre, a pesar de que por nuestra causa murió su Hijo Amado, y a pesar que muchos la niegan y ofenden a través de toda la historia, sin embargo Ella vela por nuestra salvación, nos cuida durante toda nuestra vida en la tierra e intercede por nosotros ante su Hijo para que seamos perdonados una y otra vez.
Y nos ama verdaderamente como madre, porque su Amor tiene la fuente del Amor Divino que es el verdadero Amor y que tiene como característica principal la entrega total por el amado, para que seamos Uno con el Padre y con el Hijo, por obra del Espíritu santo, y así como María en su relación con la Trinidad Santísima es Hija predilecta, Madre del Verbo Encarnado y Esposa del Espíritu Santo, así en su relación con nosotros es Madre amorosa, llena de ternuras, ejemplo de vida y santidad, así como guía y fortaleza en el camino de nuestras vida.


Tenemos pues a nuestra Madre del Cielo atenta a nuestras necesidades aún de la Tierra, como lo hizo en las bodas de Canaán, por esos novios que quizá nunca supieron que María inercedió para que no pasaran verguenzas al terminarse el vino, así Ella nos cuida y libra de muchos peligros sin que nos demos cuenta cabalmente.







"Felicidades Madre del Amor Divino por tu Maternidad, por tu SÍ grande y para siempre, por tu humildad que te hizo ante Dios Dichosa por todas la generaciones y gracias porque nos cuidas como Madre de toda la humanidad, especialmente en estos tiempos en que ya no vivimos como verdaderos hijo tuyos y de nuestro Padre Dios, ayudanos a volver la vista hacia tu Hijo Crucificado para renovar nuestro amor por El y por nuestrso hermanos y conserva nuestra fe en nuestra Patria pues nos hemos olvidado que tu eres Madre de la Vida y estamos matandonos unos a otros y peor aún a tantos inocentes en el mismo vientre de su madre. En fin Madrecita te pedimos por la Iglesia para que siga siendo Sacramento de Salvación para toda la humanidad y que podamos ver un día el triunfo de tu Hijo Resucitado. Amén."

P. Francisco.

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